Desayuné y comí en su restaurante y ambas comidas (bufette en los dos casos) estuvieron muy buenas el bufete, en especial la estación llamada "El rincón sonorense". Repetiría sin dudarlo ni un poco.
Hospédese en la Master Suite. Desayune en el restaurante del hotel la fabulosa cabeza, las dobladitas de tortilla de harina y éntrele al colesterol sin remordimiento con los hedonistas buñuelos . . .
Lujoso "wannabe", como de nuevo rico. Pretende aparentar sofisticación pero está lleno de letreritos y volantes con anuncios y restricciones. La cama es muy cómoda eso sí. Te piden $1000 de depósito.